domingo, 30 de diciembre de 2012

Cap. XI: Año uno, empate a cero

‘No estamos donde quisiéramos estar’. Mariano, desconcertado por la sinceridad de su propia afirmación, se echó hacia atrás, miró al fondo de la sala, se tranquilizó al sentir sobre el pecho y la espalda la elástica de Casillas, ajustada bajo la camisa, la corbata y su chaqueta oscura.  Detuvo como pudo, todavía en frío, las primeras preguntas. Atornillado a la línea, fue despejando las malintencionadas menciones a los datos negativos. Contra las promesas pasadas, las realidades presentes, no-hay-que-engañarse; contra las realidades presentes, los pronósticos voluntaristas, hemos-cambiado-el-rumbo. Contra los pronósticos voluntaristas, la apelación a los valores, pido-comprensión-y-solidaridad. Y para rematar, rememorando el manualillo de Zapatero, el último condimento. Una pizquita de optimismo, coño, que somos españoles: 'Saldremos'.   

El presidente regresó a su despacho, al lugar donde sí quisiera estar, reconfortado y dispuesto a evaluar con Superlópez sus poderosos recursos persuasivos. Sobre el escritorio, la foto de Ángela Merkel, radiante y juvenil, retratada con el chándal de Mourinho. En la tele, Rubalcaba saltaba con el pie derecho sobre el alambre, retorcía la cintura enhebrando evasivas sobre las disensiones y disquisiciones del PSOE. Quizá porque el runrún de críticas internas le recordaba al desierto que dejó atrás o tal vez por practicar la alta política que predica puntualmente desde hace 37 años Su Majestad, Mariano le envió un mensaje privado de ánimo –‘Alfredo, aguanta, será mejor para todos’- antes de interrogar a su asesor de comunicación. ¿Cómo lo has visto?’ ‘Hemos salvado el empate, seguro’.

lunes, 3 de diciembre de 2012

Cap. X: Prejubilados, mediopensionistas


Ahí estaban. Ubicuos hasta el hastío. Hoy en las portadas, mañana calentando las tertulias más combativas. Para mortificarles con su fructífera prejubilación. Orondo y satisfecho, uno. Afilado y apocalíptico, el otro. Felipe y Aznar. Arrugas de gurú, tono profesoral, generosas nóminas. Sus capas de superhéroe, sólo visibles para los sucesores, se habían vuelto transparentes. Galones de guerras ganadas; las derrotas, enterradas en la memoria selectiva de sus seguidores. Mariano arrojó los periódicos sobre la pila de carpetas con la etiqueta de  ‘urgente’ y escribió por Twitter un mensaje privado. ‘Alfredo, que han venido, están de nuevo aquí…’ Rubalcaba ni siquiera contestó. Una amable militante de Murcia le había amarrado del brazo al entrar en el mítin, y no paraba de recordarle lo atractivo que era cuando ejercía, con camisa rosada, como portavoz del gobierno de González.  

El pasado regresaba, grandilocuente y engorroso, para repartir nostalgia por los periódicos, para regalar desolación en las movilizaciones de una España a duras penas apuntalada. Médicos en huelga por sus pacientes, belicosos profesores de mani con los alumnos, abogados enfrentados a las tasas, jueces ansiosos por sentar cátedra contra los indultos del ministro. ‘¡Soraya, ayúdame, que atacan las clases medias…!’. Tan sobresaltado se despertó Mariano de la cabezada que, acaso por consolarse, masculló: ‘Pero estos no eran los nuestros…’ Todavía con la camiseta de Casillas y la frente sudorosa, reclamó desde la puerta del despacho la encuesta semanal, temeroso de haberse convertido para la eternidad en el indestronable líder del Partido Impopular.

viernes, 9 de noviembre de 2012

Cap. IX: El desahucio nacional

Solemne se alzaba Mariano, erguido y resignado, solo frente a la inmensidad, sus cálculos presupuestarios a cientos de kilómetros de la desabrida cotidianidad de tantos españolitos ingratos y regocijados en la protesta. Se quitó las gafas, cerró los ojos, evitó mirar de nuevo a Elvira, se encomendó a la mismísima Merkel y despegó el pie derecho para iniciar, con gravedad digna del cargo, el rescate que habría de lanzarle a la gloria económica o al abismo político en aras del siempre desagradecido bien común. Al fin dominado el miedo, con la presión sanguínea multiplicándose en las sienes, comenzaba a intuir el vértigo cuando, justo antes de saltar, un abrazo inesperado le condujo de un empujón al interior de la cabina. ‘Hombre, Alfredo, qué haces aquí’ ‘Ese el problema, no sé qué hacer, si dar un paso adelante o hacia atrás’.

Alfredo Pérez, el ministro antes conocido como Rubalcaba,  avezado esgrimista de lengua afilada y oreja omnipresente, no imponía demasiado respeto ataviado de superhéroe. Los pantalones le quedaban largos, la camiseta le hacía arrugas y la capa, después de algunos lavados y zurcidos, ya no era rojo socialista ni del blanco de los limpios ideales, sino más bien de un tono entre rosa y grisáceo que hacía aguas y revelaba la prestancia perdida de tiempos pasados. ‘¿Y ese traje?’, preguntó, malintencionado, el presidente. ‘Elástico y federal, se estira pero no se rompe,  y cada uno lo define a su manera’ repuso, fajándose, el líder opositor. ‘Aaaaah’.

jueves, 18 de octubre de 2012

Gente "pa tó" (cap. VIII): "La realidad me ha reñido"

Imagen tomada de Noticias Cuatro
‘El _ey me ha _eñido, al final del desfile, a la vista de todos, el muy ca…mpechano’. Ma_iano, ataviado con un culotte de Contado_  y la camiseta de Casillas, sin deja_ de pedalea_ , _esoplaba cada vez más fu_ioso. La bicicleta se inclinaba con violencia hacia ambos lados, a punto de despega_ del suelo desafiando su antidepo_tiva y ete_na condena al estatismo. Supe_lópez, incómodo, intentaba en vano alivia_ la c_eciente _abieta p_esidencial.   ‘¿Y usted que ha hecho?’ ‘Encoge_me de homb_os, mi_a_ al suelo, sin la e__e nadie me toma en se_io’. ‘Pero hombre, no se apure… tengo otro traje de superhéroe, aunque usado. Además, no lleva letras, pero, ojo, tampoco es invisible’.

Rajoy se enfundó _adiante los pantalones, hasta ajusta_los sob_e el tobogán de su t_ipita. ‘Grrrrracias, Súperrrrr’. Recogió tres dedos las mangas, echó la capa rojigualda hacia atrás y saltó eufórico a la montura. ‘Armstrong, Armstrong, Armstrong, maric…!’ El presidente multiplicó las pedaladas, dobló la espalda para apoyarse sobre el manillar en posición aerodinámica. Ganó velocidad hasta rasgar el aire acondicionado del despacho, levantó el trasero del sillín y, acelerando a tope, escapó de sus irrefrenables preocupaciones. Sprint corto, gritos de ánimo, los brazos en alto al cruzar la imaginaria línea de meta. Besos y azafatas, la foto soñada desde niño, con el ramo de flores, en la portada del ‘Marca’. Y el eco de sus cánticos solitarios: ‘¡Induráin, Induráin, Induráin…!’

sábado, 29 de septiembre de 2012

Gente pa tó (VII): Ma_iano quie_e se_ no_mal

­Mariano Rajoy llegó a Nueva York horas antes de que los autobuses de indignados aparcaran en Madrid. En una estampa propia de Photoshop, posó unos segundos con los Obama que, por educación o por error, le preguntaron por las hijas de Zapatero. Desconcertado, fingió no haber entendido la pregunta; de hecho, tampoco la entendió. “Amigo Barack, estarás aburrido de tanta foto… ”. El presidente estadounidense clausuró el duelo de equívocas amabilidades encogiéndose de hombros. Silencio contra silencio, sonrisa con sonrisa y que pase el siguiente. Cómo las gastan los superhéroes planetarios. Mariano tomó nota. Y dedicó sus dos tardes estadounidenses a retratarse para la efímera posteridad de Twitter con variopintos interlocutores.

A varios miles de kilómetros, varios miles de indignados rodeaban, en una iniciativa de predecibles consecuencias, el Congreso de los Diputados. Unidades antidisturbios, centenares de golpes, decenas de heridos. La Policía vencía a los puntos, también a los de sutura, hasta que se empeñó en exhibir su exceso de celo, quizá para recuperar la paga extra. Cuando el presidente pregonaba al vacío desde el estrado de la ONU su apuesta por la paz y la seguridad mundiales, las televisiones actualizaban el parte de guerra en la otoñal madrugada madrileña. Cuando vendía las reformas de España en la sede del “Wall Street Journal”, cuando juraba que enderezar la economía era una tarea “apasionante”, caras ensangrentadas y porras en alto reflejaban una sociedad en bancarrota, con creciente déficit democrático, la ilusion dilapidada y los ideales en el subsuelo.

jueves, 6 de septiembre de 2012

Gente "pa tó" (cap. VI): Erre que erre

“¿Qué es mejor, Ángela, un buen banco malo o un mal banco bueno?”. Merkel no contestó, su mirada examinaba un maniquí semioculto tras la puerta del despacho de Mariano. “¿Y eso?” “Para que no se arrugue mi traje de hombre invisible". "¿Y eso?"  "Lo uso para pasear entre la gente, no tengo dinero para encuestas”. Ambos parecían exhaustos –y el intérprete, hastiado- después de un enconado cuerpo a cuerpo que habían iniciado discutiendo a sablazos sobre la reducción del déficit y, agitados por un entusiasmo propio de más enjundiosas perversiones, concluían con el lanzamiento a la cabeza de Rajoy de otro manojillo de ajustes poco aptos para espíritus desagradecidos.

“¿Qué es mejor, Ángela, retrasar la jubilación para salvar el euro o condenar al frío eterno el alma de los viejitos, encogidos y alejados del solillo de nuestra España?”. La canciller, sin ablandarse, sonrió azorada al recoger la carta y el poema. Erre que erre, le tendió unos folios. "Las condiciones, Mariano, tú verás...". El filo de la podadera, iluminado por la luz del mediodía, emitía destellos lúgubres que anticipaban un adiós glacial. “Vuelve cuando quieras”. El traductor carraspeó. De pie, en una esquina de la estancia, intentaba disimular su incomodidad ojeando una edición facsímil del Códice Calixtino, dedicada de puño y letra con rotulador verde fosforito por el arzobispo de Santiago.   

jueves, 23 de agosto de 2012

Gente "pa tó" (V): "Yo no soy un chisgarabís"

Empezó la Liga, comenzó la Vuelta Ciclista, concluyó la melancolía. Desde que los sudores deportivos vuelven a salpicar la siesta, Mariano Rajoy recupera el tono muscular en la  Moncloa. ¿Vacaciones? Tuvo, como buen español, pero no acabó de disfrutarlas. Ni una mala foto, ni un periodista despistado al que regalarle unas evasivas… Una tarde estéril, sucumbiendo al aburrimiento, el superhéroe se enfundó el traje invisible y salió a caminar. A paso ligero rodeó rotondas hacia ninguna parte, vadeó con arrojo inhóspitos carriles para bicicletas, se adentró indolente en un centro comercial criminalmente refrigerado.

Durante un rato se entretuvo subiendo y bajando las escaleras mecánicas. Contracorriente, por mero espíritu transgresor. (Ganas de fastidiar, que dicen otros).  Decidió dejarlo cuando, al esquivar a un jubilado en prácticas, golpeó con estrépito la fiambrera contra el pasamanos. Del interior cayeron algunas palabras: rescate, crédito, impuestos y, en fin,  pensiones. Para su sorpresa, Mariano comprobó que ya casi nadie se asusta de nada. Trató de contar los locales comerciales vacíos, pero al llegar a la veintena se detuvo. ‘Las últimas rebajas antes de la subida del IVA’, prometían, apocalípticos, algunos carteles. Para animarse, compró La Razón. No decía nada de su tupper comunicativo. Pero, aferrado al canutillo de papel, se sintió reconfortado.

Empeñado en concluir su poema para Merkel, Mariano buscó inspiración en unas fiestas populares poco aptas para tecnócratas. Las raciones de pulpo surfeaban sobre una marejada de cerveza mientras, en un televisor sin volumen, el gráfico de la curva de la prima de riesgo se asemejaba a la etapa reina. “Para estar sin curro en casa, mejor aquí animando la economía”. La sabiduría popular, paquete básico, gratis para náufragos, ajustados y supervivientes, había saltado la barra y se derramaba sobre los parroquianos. “Ya te digo”. Cuando la conversación derivó hacia una generosa ayuda de 400 euros para los parados, el presidente invisible optó por escabullirse. “Qué bonita es España”, oyeron exclamar a ese periódico enrollado o que se balanceaba al alejarse con una fiambrera. “Pos vale”, le contestó el camarero, subcampeón provincial de gracejo en 2011 y retirado esta temporada para adiestrar a tertulianos del corazón.

martes, 7 de agosto de 2012

Gente "pa tó" (IV): La fiambrera de las palabras resecas

Empeñado en no gastar, Mariano se ha obcecado en ahorrarse sobre todo titulares. El viernes, ante una jauría de periodistas hambrientos de una noticia que acompañe a oscuras estadísticas y sudorosas historietas de famosillos al sol, compareció con las palabras contadas y bien guardaditas en una fiambrera. Ofreció primero las recalentadas, para ver si picaban. Pero las viandas parecían resecas. Cuando, por su aviesa naturaleza o por mero rencor social, los plumillas afilaron el colmillo, Rajoy cerró apresuradamente la tapa. “Vámonos, tendrán ustedes que comer…”. Al final, la noticia era él, su propia presencia, acaso interesante en sí misma.  

Aun así, para disgusto de los noctámbulos pitonisos de la TDT, el presidente ya no evitó la palabra “rescate”; más bien se entretuvo jugueteando con el verbo subsiguiente... Si aquí esgrimía un dato, allá contraatacaba con la incertidumbre; cuando algún insensato osó aguijonearle con una opinión, él sentenció la discusión con un lugar común. En espiral infinita, en perpetuo bucle explicativo. “La situación es grave, no sabemos lo que haremos, haremos lo que convenga, convendrán ustedes conmigo que la situación es grave”. Tanto se ha aficionado al sobeteo del consenso que hace un par de semanas Soraya le sorprendió escribiendo una poesía en plural mayestático. “Es para Elvira”. “Ahí pone Angela”, repuso picajosa. “Chss”. “Tú verás”. “Es por España”. “Eso dicen todos”.

lunes, 23 de julio de 2012

Gente "pa tó" (III): El hombre invisible no tiene bolsillos

A Rajoy nunca le atrajeron los superhéroes. No es que pensara, como Zapatero -vaya ocurrencia- que cualquiera puede dirigir un país. (Eso son insidias). Pero se consideraba un líder sencillo, sensato y sosegado hasta que la crisis se agudizó y empezó a sudar a la hora de la siesta. Asesorado por Superlópez, el jueves se disfrazó, todavía en prácticas, con una “L” transparente, de hombre invisible. Asistió por la mañana al debate en el Congreso sobre sus recortes y bien entrada la tarde a la aprobación en el Bundestag alemán del rescate bancario a España. Todo el día calladito. No le fue mal. Hizo doblete.

Carretera de cuatro carriles (E.  Hopper, 1956)
El presidente se permitió una licencia. A la hora del aperitivo, sorteando las vallas que protegen del pueblo insolente a los diputados nada ilustrados que ejercen la soberanía en su nombre, se adentró en el cercano museo de una baronesa viuda de un magnate de origen germano. Buscaba inspiración, quizá consejo, y se encontró de frente con el desconcierto. Donde hace un año lucía López, hoy impera Hopper. Donde inquietaban las avenidas fantasmales al amanecer, ahora deslumbran paisajes de tonalidades inventadas al caer la tarde. A Mariano le gustaría, aunque fuera de vez en cuando, sentarse a tomar el solillo de Edward Hopper. Y sin embargo, demasiado a menudo se siente, como el hombre de Antonio López, desnudo y rodeado de impúdicos comentaristas. Para eso, mejor invisible.  

sábado, 14 de julio de 2012

Gente "pa tó" (II): El superhéroe de la podadera

Se lo entregó entero, sin guantes ni dedicatorias, y a cambio, probablemente, reclamó la bula compostelana. Mariano Rajoy, registrador de la propiedad, confiado y cachazudo, no voló el domingo hasta Santiago para protagonizar la devolución de un códice resucitado de entre las tinieblas. Eso lo hacen los políticos, incluso algunos presidentes… Pecador en ciernes, peregrinó a Compostela buscando la absolución preventiva que el miércoles iba a permitirle afrontar el triste destino de pisotear en público sus propios principios y una parte nada despreciable de los derechos ajenos.  

Adiós a las bromas, se acabaron las promesas, ni un mal chiste sobre el precio de las chuches. Después de repasar mentalmente los 32 mandamientos para el rescate de la banca española , Rajoy fue ganando altura dramática en la tribuna hasta entonar el dilema existencialista que desde aquel turbio septiembre de Lehman Brothers acostumbra a amenizar los ajustes. “No podemos elegir”, proclamó quien precisamente había sido elegido para salvaguardar nuestra soberanía económica. Al ritmo del acuciante tic-tac del contador de la deuda, Rajoy enumeró con esmero y entre aplausos la retahíla de recortes. Y hasta una diputada meritoria, hija de un presunto y reincidente afortunado con la lotería, coronó la orgía adelgazante con un expresivo “que se jodan”. La Cámara Baja ya era un bar; la calle comenzaba a calentarse.  

jueves, 5 de julio de 2012

Gente "pa tó"

No habían pasado ni 24 horas desde que la “Biblia” del balompié, “France Football”, reclamara el Balón de Oro para Iker Casillas, cuando Stephen Hawking, qué osado, pidió el Nobel para Higgs entre la extrañeza y la desaprobación del público que aplaude a rabiar en los “reality shows”. Peter Higgs, inglés, 83 años, físico portentoso que va muy bien de cabeza. Un día atisbó durante un paseo una partícula lejana, diminuta y tan escurridiza que otros científicos armados con cañones de coste astronómico han tardado medio siglo en detectar su rastro.

Algo más rápidos, apenas emplearon un año, agentes de la policía escrutaban al mismo tiempo las propiedades de un electricista sospechoso de haber robado el Códice Calixtino de la Catedral de Santiago de Compostela. Encontraron el valioso manuscrito amontonado con otros incunables en una bolsa de basura, al fondo de un garaje utilizado como trastero. ¿Herejía o metáfora de estos días de feísmo industrial, de imperialismo plástico del todo a cien? ‘El  Tesoro del Chispas’ constaba también de algunas fruslerías distraídas al descuido y de un millón de euros, seguramente ajeno a la próxima subida del IVA, puede que confiado al dadivoso perdón de San Cristóbal Montoro.

viernes, 22 de junio de 2012

De la independencia al reparto

Carlos Dívar ya es libre para viajar a Marbella, solo o escoltado, todos los fines de semana si así le place. Y nos parece estupendo, siempre y cuando no tengamos que pagar los gastos. La opacidad de las actividades que debían justificar sus facturas ha acabado costándole la presidencia del CGPJ y del Tribunal Supremo. No cometió delito, no estaba obligado a la fiscalización de sus cuentas, pero arrastró el listón ético que debe marcar el máximo representante del poder judicial. Suspendió en ciudadanía, esa asignatura tan denostada… ¿Estaba preparado para el cargo?

La salida de Dívar ha dejado en evidencia otro disparate. Será sustituido  al frente de CGPJ por Fernando de Rosa, ex consejero de Justicia del ejecutivo de la Comunidad Valenciana que encabezó su amigo Francisco Camps. Sí, el de los trajes de factura a medida e imposible justificación. En rigor, la relación entre ambos no parece suficiente para descalificar a Fernando de Rosa. Pero la cuestión de fondo es distinta. ¿Qué hace en la dirección de la judicatura un antiguo cargo político de un gobierno autonómico? Dos décadas han pasado desde que Garzón planteó un temible dilema democrático con su viaje de ida y vuelta desde la Audiencia a la sede del PSOE . Dos décadas sin soluciones satisfactorias y con muchas cuentas pendientes que salen a flote con intereses y sin miramientos.

domingo, 10 de junio de 2012

El presidente desenfocado

Ni un reproche al rescate bancario. ¿Considera el Gobierno que es la mejor solución para reiniciar de una vez la economía nacional? Adelante: tiene toda la legitimidad parlamentaria. Pero que no nos tome por tontos. Después de meses de intentar grabarnos a fuego en el cerebro su doctrina, parcialmente justificada, sobre “la desastrosa herencia recibida de los socialistas”, este domingo el presidente Rajoy, dejando a un lado esa idea-fuerza, ha intentado convencernos de que España ha presionado a Europa para recibir una ayuda de hasta 100.000 millones de euros en unas condiciones tan favorables que además salvará al euro. Y se ha marchado tan pancho a Polonia. Había fútbol, jugaba la selección, los deberes estaban hechos. Poca fiesta me parece.   

Imagen tomada de Noticias Cuatro
Tamaño éxito no debe ser, sin embargo, tan relevante cuando el jefe del ejecutivo evitó comparecer el sábado para rentabilizarlo en términos políticos. “Pregúntenme a mí”, había prometido el jueves. Pero donde dijo “digo”,  quizá quiso decir “De Guindos”. Recién firmado el acuerdo de salvamento con el Eurogrupo, el ministro de Economía subrayó que la soberanía económica nacional será respetada. Ojalá tenga razón. De Guindos, interlocutor habitual de los mercados, gurú de esa neolengua donde no existe la expresión “subida del IVA”, dictó el primer mandamiento: “No hay el más mínimo rescate”. Tan crecido aparentaba estar que respondió en perfecto inglés a un par de informadores extranjeros; en realidad, les respondió en inglés que no podía responderles en inglés. ¿No se trataba de enviar una señal de confianza también al exterior?

jueves, 24 de mayo de 2012

La patria es el respeto

La patria está en los zapatos. O en unas gastadas botas de rugby. Hace un par de décadas, los atletas del balón oval, todavía amateurs, representaban a la selección del Estado al que pertenecía el equipo donde jugaban esa temporada. Así que, al final de su carrera, algunos trotamundos habían sido internacionales sucesivamente por varios países. Su patria consistía en empujar juntos, en repartir los esfuerzos. Todavía hoy,  los rugbiers con tres años de residencia pueden representar ya al país de acogida. Un trienio y otro escudo para la colección.  

La patria puede ser un regalo. Nacionalización a la carta, por vía de urgencia y en despacho oficial, debido a inaplazables aspiraciones deportivas. Ocurre, hay que ver, incluso en estados donde la Policía pide los papeles en la calle a los extranjeros, donde el Gobierno amenaza con dejarles sin atención sanitaria, donde no recordamos el fichaje de ningún científico extranjero. Y a veces nos parece necesario. El palmarés importa.   

La patria se resume en la camiseta y su cultura. En la del Barcelona, que agrupa en su cantera a talentosos jóvenes de numerosas nacionalidades. En la del Athletic, limitada a las emergentes estrellas vascas, aunque a efectos futbolísticos, se extienda a La Rioja natal de Llorente. También en la elástica española, empeñada desde hace cuatro años en regalarnos triunfos y festejos. El fútbol es la fábrica global de símbolos.

domingo, 13 de mayo de 2012

La marea silenciosa

A mediodía, cuando la revolución apenas se ha desperezado, numismáticos con gafas graduadas se agolpan bajo los soportales de la Plaza Mayor de Madrid, negociando en voz baja la devaluación de antiguas monedas. Bob Esponja y el gato con botas, autónomos de la economía en negro, caminan hervidos en sudor bajo su traje de fieltro, a la caza del niño caprichoso y del abuelito condescendiente. Sólo Felipe III aguanta impertérrito la solana, atendiendo discretamente a la asamblea de camisetas verdes que reclama con datos rotundos y sobrados motivos más dinero para la enseñanza pública.   

Cerca de allí, en Ópera, una treintena de jóvenes denuncia la penúltima derrama de nuestros fondos sobre una Banca en ruinas y rescatada que procura desahuciar puntualmente a sus morosos. La asamblea de vivienda debate sentada en la acera, ajena a la riada de turistas no necesariamente japoneses, coleccionistas de escenas castizas que reparten sus fotos entre monumentos y pancartas. Al otro lado de la manzana, alineados por la fe, ciudadanos de principios aguardan esperanzados su turno para entrar en el oratorio del Santo Niño del Remedio, primo lejano, imaginamos, del Jesusito de los Ajustes.

martes, 8 de mayo de 2012

Y Guardiola subió al cielo

Era viernes por la tarde, en los primeros meses de 1997, y a Ronaldo, delantero del F.C. Barcelona, le dolía la cabeza. ¿Podría jugar el domingo? Tras un rápido análisis a cargo del editor, los tremebundos problemas de salud del futbolista brasileño fueron la certera pero poco épica apertura de "Contrarreloj", el boletín deportivo nocturno de Canal Plus.  

Fotografía tomada de vavel.com
Aquel día empecé a comprender que el deporte suele interesarme desde que comienza el partido hasta que acaba. Y no demasiadas veces. El resto -entrenamientos, micrófonos, especulaciones- se me antoja una acumulación de ruido. Spam. Si al rugby me arrastra el rito, en el fútbol, sin embargo, sucumbo al símbolo. Esa nube invisible que se eleva desde el rectángulo de juego, sobrevuela las gradas despreciando dolencias, arbitrajes y otras minucias, y flota sobre el estadio convertido en algo similar al sentimiento.

El fútbol se define en término trigonométricos: un rectángulo, un círculo, distintas líneas de jugadores. Se condensa en cifras de goles, victorias, puntos y títulos. Se cuenta en anécdotas de porteros maniáticos, de creadores agostados, también de goleadores peleados con los palos. Se recuerda con nombres propios, de Di Stéfano a la quinta del “Buitre”. Demasiado a menudo, lamentablemente, los símbolos envejecen mal. Desde que marcó el golazo divino a los ingleses, un Maradona redondeado, más barrilete y más cósmico que nunca, no ha dejado de regatear al destino, buscando de banquillo en banquillo la sombra de sus grandeza sobre el césped. Estúpido empeño.  

jueves, 26 de abril de 2012

Tu papel es importante

“Creadores de opinión”. Así se llamaba el curso de verano que Juan Luis Cebrián dirigió en julio de 1993 en San Lorenzo del Escorial. Aunque Felipe González había ganado un mes antes las elecciones a Aznar en el último minuto, la atmósfera de evidente división política se agitaba cada mañana al ritmo de las tertulias radiofónicas. Acudí a aquel encuentro como licenciado en Historia Contemporánea, como alumno interesado en el “Parlamento de papel” que habían configurado los medios escritos durante la transición y, todavía sin saberlo, como futuro periodista.

Aquellas jornadas regresaron este domingo a mi memoria al leer que, durante un encuentro en Cádiz junto a otros editores,  Cebrián sostuvo que los diarios no vertebran ya la opinión pública. “Si el Rey ha pedido disculpas, no ha sido por los medios, sino por las redes sociales”, aseguró el actual presidente ejecutivo de PRISA, reincidiendo en su pesimismo de los últimos tiempos.

domingo, 15 de abril de 2012

El cazador furtivo

En mayo de 2010 Zapatero se pegó un tiro en un pie. No fue por accidente, se sintió obligado. Cerró los ojos, apretó el gatillo y marchó conmocionado al Congreso a anunciar los recortes que iban a salvar a la economía española del rescate. Al año siguiente, el presidente cojo dejó paso a otro candidato: Alfredo Pérez Rubalcaba, apagafuegos con experiencia y vocación didáctica. Se sentó a explicar la crisis que no habían previsto, a predicar sobre injustos ajustes, pero los ciudadanos no le escucharon. Hoy mira con nostalgia a una Moncloa lejana, buscando quien le haga caso.

El penúltimo día de 2011, Rajoy se cortó un dedo y envió a Soraya, con él envuelto en un pañuelo, a enseñarlo tras el Consejo de Ministros. Desde entonces, por imperativos del euro o por el bien de España, el presidente del PP se desgaja falanges cada viernes. El último de marzo, un antebrazo enterito, del tirón y sin pestañear. Como ocurrió con Zapatero, por sus heridas sangramos todos, conminados a taponar con los muñones el elefantiásico agujero de nuestra  economía.

jueves, 5 de abril de 2012

Tradiciones y contradicciones

Una tarde de noviembre de 2009, un párroco octogenario bautizó entre el rosario y la misa vespertina a nuestra hija pequeña en Avilés, Asturias. Apenas cinco días más tarde, el mismo sacerdote se convirtió en la comidilla familiar tras aparecer en Noticias Cuatro y CNN+, el canal donde entonces trabajaba, como protagonista de una información sobre los religiosos que anualmente ofician misas por Franco. Ni lo sabía, ni siquiera  me di cuenta cuando se emitió. Y también francamente, ni me importa. El incombustible don Ángel bendijo a la niña con dedicación, eficacia y bastante más premura que doctrina.

Esta semana he acompañado a mis hijos, siempre curiosos, a algunas procesiones. Aunque mis convicciones personales basculan con frecuencia entre las esperanzas abandonadas, el descreimiento en la Iglesia y el agnosticismo, aunque me descubro menos católico que espiritual, defiendo el respeto hacia las manifestaciones de la fe ajena. La búsqueda de un sentido, propio o regalado, a la existencia, la preocupación por el más allá, real o tan solo deseado, me parecen sentimientos absolutamente humanos.

martes, 27 de marzo de 2012

Las ciudades del corazón

Tabucchi se marchó el domingo. Su amigo Cardoso Pires había partido antes. También José Saramago. Y en el tranvía 28 un puñado de Pessoas, anónimos y fantasmales, recorren meditabundos cada tarde su penúltimo trayecto hacia el cementerio dos Prazeres. Romántico camposanto para una ciudad  mestiza, portuaria y espectral. Lisboa.

Recuerdo desconcertado aquel aeropuerto gris de fluorescentes amarillos, anclado en una periferia sin paisajes. El hotel de muebles funcionales, su desolado aparcamiento, la oscuridad de las callejuelas aquella primera noche que me asomé al Barrio Alto. Los taxis en aceleración perpetua, botando infatigables sobre adoquines inhóspitos. La primera vez.

domingo, 11 de marzo de 2012

Más por menos

“Sólo se puede salir de la crisis trabajando más y ganando menos”. La frase fue pronunciada en octubre de 2010 y se dirigía a los sindicatos. Esta misma semana, su autor, Gerardo Díaz-Ferrán, alejado por razones estéticas de la presidencia de la CEOE, ha declarado en la Audiencia Nacional como imputado por un delito de apropiación indebida de fondos de Viajes Marsans, una de las empresas que condujo a la quiebra. Y sin embargo su pensamiento se ha hecho doctrina para fortuna de su sucesor, Joan Rosell.

La reforma laboral seguramente era necesaria pero en absoluto es justa. Con 5,2 millones de parados y 10,7 millones de votos, a Rajoy le sobran avales para apostar. La parálisis no es una opción. Al recortar los derechos laborales en los contratos preexistentes, al facilitar la rebaja de sueldos y los despidos más baratos, el gobierno del PP ha señalado a los representantes de los trabajadores como corresponsables de los fracasos anteriores. Lo fueron, y también el ejecutivo socialista y por supuesto los empresarios, que sin embargo han salido reforzados de este golpe al pasado. ¿Y mañana? ¿Empleo futuro a cambio de precariedad? Demasiado lejos, todavía hay que salvar este presente de emergencias.

jueves, 23 de febrero de 2012

Preguntas

El PP ha llegado al gobierno cargado de respuestas. Contra el déficit excesivo, impuestos y recortes. Contra la falta de crédito, saneamiento forzoso y fusiones bancarias. Contra el paro, la reforma laboral que hoy-crea-confianza-pero-todavía-no- empleo. Frente a la inactividad económica del ejecutivo socialista, frenesí legislativo. Como parapeto, el meritorio tijeretazo a los sueldos de los directivos de agencias públicas y entidades de ahorro intervenidas. "¿Habéis tomado nota, socialistas?", parecen decir sus portavoces.

No hace tantas semanas, Rajoy  juzgaba indeseable la propuesta de Rubalcaba de solicitar a Europa una extensión del plazo para reconducir el déficit excesivo hacia los parámetros de la convergencia. Su regla de oro, en la estela maximalista de Merkel, era el ajuste fiscal para calmar a los mercados. ¿Por dónde amputar el Estado? Ahora el PP trata de negociar con Bruselas una moratoria en los recortes. ¿Qué ha cambiado? En España, la llegada al poder ha obligado a los populares a olvidarse de algunos principios electorales. En Europa, avanza la convicción de que hacen falta medidas para estimular el crecimiento. El ajuste a machetazos, lo estamos viendo, conduce ya hacia la segunda recesión. ¿Ha acertado Europa con las recetas?

miércoles, 8 de febrero de 2012

La Justicia, a prueba

El 13 de enero la Audiencia Provincial de Sevilla condenó a 20 años de cárcel a Miguel Carcaño por el asesinato de Marta del Castillo. Además de exculparle del delito de violación, la sentencia absolvió a otros tres acusados de haber colaborado en la desaparición del cuerpo de la joven. Otro imputado más, conocido como El Cuco, menor de edad cuando se cometió el crimen, ya había sido condenado anteriormente a casi tres años de reclusión por encubrimiento. 

La sentencia asumía un hecho sin duda indignante. Que después de numerosas mentiras y contradicciones de los acusados, después de inútiles y gravosas búsquedas, aún no se ha recobrado el cadáver de la víctima. Al mismo tiempo, y debido a lo anterior, certificaba la falta de indicios probatorios suficientes para sostener contra ellos el delito de encubrimiento.

La reacción instantánea en las redes sociales y la respuesta ciudadana en la calle contribuyeron a consolidar la sensación, exagerada, de que el asesinato de Marta del Castillo había quedado impune. En la construcción de ese escurridizo consenso social que llamamos opinión pública, había un delito evidente (la ocultación del cuerpo sin vida), una condena anterior (a El Cuco) por ese hecho, el convencimiento judicial de que había participado “un tercero desconocido” y unos imputados que no habían colaborado con la Justicia. ¿Estaba claro? No para los magistrados.

martes, 24 de enero de 2012

Cash Flow y el antiPep

Florentino Pérez llegó por primera vez a la presidencia del Real Madrid en el año 2000. Máximo dirigente de ACS,  supo presentarse como un ejemplo de modernidad, eficacia y discreción frente al estruendoso forofismo que por entonces encarnaba Joan Gaspart al frente del Barcelona. Brillante director financiero, saneó las cuentas del club al impulsar, con el apoyo de las instituciones, una rentabilísima operación inmobiliaria. Incansable cazatalentos de recursos humanos, fue fichando a los mejores peloteros del planeta (Figo, Zidane, Ronaldo, Beckham...), regalando ilusión a los seguidores, también ganando algunos títulos, dos Ligas y una Champions, principalmente. Pero nunca supo aceptar que el fútbol difiere de la lógica de las finanzas. Prescindió de un eficaz guía para el grupo, Vicente del Bosque, saturó y desequilibró la plantilla, y abandonó el cargo en 2006 dejando a la institución sumida en una profunda crisis.  

Después del paréntesis de Ramón Calderón, Florentino Pérez regresó en 2009 a la presidencia de la casa blanca. Y tal vez escarmentado por la primera etapa, redujo su margen de exposición. Siguió fichando, sin reparar en gastos, a lo mejor del mercado (Kaká y Cristiano Ronaldo), continuó prometiendo excelencia, pero se topó con un Barcelona canterano, colectivo y deslumbrante. Mala suerte; el segundo proyecto Flow, dirigido por el elegante Pellegrini, salía perdiendo en la inevitable comparación. Exigido por la afición, obligado a no defraudar, huyó hacia adelante y contrató al hombre que había conseguido eliminar al Barcelona de la Champions League: José Mourinho, el renegado azulgrana, el antiPep.

lunes, 9 de enero de 2012

Matices

Estoy a favor de pagar impuestos. Porque son un mecanismo efectivo de reducción de la desigualdad, porque pueden crear riqueza colectiva, porque los considero convenientes para el bien común. Y aunque me disgusta recurrir a la dialéctica de ricos y pobres, estoy en contra de que, a la hora de recaudar, acaben recayendo especialmente sobre trabajadores y ahorradores. No, no propongo pagar menos; al contrario, ahora que hace falta recaudar, propongo que las grandes fortunas paguen más. Si no es mucha molestia.  

Estoy a favor del euro. Admito que el cambio de moneda ha mermado nuestra capacidad adquisitiva, que nos hemos ido igualando a Europa en las cargas y no en los sueldos. Pero recuerdo la satisfacción general cuando la convergencia pilotada por Solbes y Rato nos condujo a la primera división europea. Y creo que algunos objetivos, como el camino hacia la unidad del viejo continente, merecen sacrificios. No, no pienso que la crisis se deba al euro, aunque también dude de las recetas comunitarias para escapar de la recesión. Si el problema es esta Europa, la solución será una Europa mejor.