viernes, 17 de mayo de 2013

Abecedario de la democracia: M

Mayo, movilización

Llueve de nuevo, diluvia en mayo, cuando la conciencia se revuelve contra las noticias y salta por la ventana. Aunque nuestros ideales empapados sean incapaces de remontar el vuelo, aunque las botas desgastadas por el roce agreste de la recesión no puedan despegarse del fango. A pesar de tantos  ‘aunques’, sorteando unos cuantos ‘peros’, libre por un rato y sin embargos el espíritu crítico retorna a la plaza, pide la palabra y se sienta a debatir sin micrófonos. Democracia se llama si no crea violencia en la calle.    

Mayo, mes de movilizaciones rejuvenecidas, de utópicos jaques a la realpolitik del déficit. ¿Y si al final, apagado el ruido, no hubiera nada?, nos preguntamos al atardecer, adultos y dispuestos a firmar el enésimo empate que, como los anteriores, concluirá en otra derrota pírrica de nuestros principios. ¿Cuál es el legado del 15-M? La denuncia certera de un Estado en riesgo de desplome por la ineficiencia, la inmoralidad y los privilegios. Y la ilusión de los ilusos, un tesoro oculto en la ciénaga de la resignación ciudadana.       

miércoles, 1 de mayo de 2013

Filípides, periodista

Corremos para sentirnos más vivos, incluso coleando, aunque haya que madrugar este desapacible domingo de abril. A las ocho de la mañana, cuando algunos regresan de fiesta, la plaza de Cibeles se encuentra abarrotada de 'zombis' bien pertrechados, de complexiones diversas y texturas color fosforito. Algunos empiezan a calentar, la mayoría estamos helados. Los más precavidos, quizá frioleros, estiran en una estación de Metro, aun conscientes de que, cuando les llegue 'el muro', no habrá escaleras mecánicas para superarlo.

Muchos parten en grupo, bien abrigados frente al cansancio. Cuando, pasadas las nueve, echamos a andar desde el último cajón en manifestación sin pancarta hacia la salida, siento que, como los jugadores del Liverpool, nunca caminaremos solos. Hace minutos que los más rápidos, los que compiten por la victoria, queman zapatilla Castellana arriba. Los novatos intentamos simplemente no tropezarnos y tomar alguna foto sin proclamar demasiado nuestra condición de turistas.

Corremos porque necesitamos retos. Gina, de 63 años, comenzó a los 50 y desde entonces no ha parado. Hoy va a hacer 10. Paloma, profesora, veterana de esa distancia, salta por primera vez a los 21 km "Veremos qué tal". Y Martín, cumplidos los 40 años, lleva desde enero preparando del debut en el maratón completo. Cuenta que el sábado estaba nervioso, pese a que el plan, siesta y museo, invitaba al relax. Ha dormido regular.