domingo, 27 de diciembre de 2009

Personaje de 2009: el Estado

El último día de 2009, el presupuesto público se acostó extenuado. En los últimos meses se había multiplicado para apuntalar bancos y cajas, atraer inversiones, ayudar a los parados. Su popularidad le había impulsado más allá de las fronteras y de las teorías económicas. Si, por ejemplo, en la España plurisubvencionada había financiado numerosas y cuestionables obras municipales, en el paraíso capitalista un rey mago lo había utilizado hasta para extender la atención sanitaria.

Después de un año de combate contra la crisis, el presupuesto público se sentía satisfecho. No le gustaban las negociaciones parlamentarias con olor a cambalache, ni los disparatados gastos de representación, ni los bonus a costa del contribuyente. Pero recordaba complacido las aventuras para pagar el rescate de unos pescadores capturados en aguas alejadas de cualquier protección y las carreras para transportar a miles de viajeros abandonados por un empresario que, además de engañarlos, les riñó por confiar en él.

Entre parches y agujeros, el dinero público no había parado un sólo día. Y sin embargo no había conseguido fomentar el consumo. Claro, él nunca había comulgado con los mercados. Pese a sus desvelos y desequilibrios, cayó profundamente dormido. Soñó que las economías se recuperaban. Roncó al imaginar que el paro disminuía y crecía el gasto privado. Rompió a sudar recordando que, en tiempos de bonanza neoliberal, muchos pregonaban que los países debían gestionarse como una empresa. Se estremeció, se incorporó sobresaltado. Al despertar, el Estado todavía estaba allí.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Aminatu y los límites de la valentía

Prólogo

“Una sonrisa para todos menos para Indonesia”. El cartel se repetía, bien visible, en muchas de las casetas que despachaban bebidas en las cálidas noches de la Expo de Lisboa. Corría el verano de 1998 y aunque el país asiático tenía su propia representación en la muestra, era evidente que no gozaba de las simpatías de los portugueses.

Los pecados del pasado

Abril de 1974. La dictadura de Salazar y Caetano se derrumba con claveles y sin violencia. Entre las causas del descontento popular y militar, la guerra en las antiguas colonias que se levantan contra la metrópoli. En los meses siguientes, estos territorios acceden abruptamente a la independencia. Para uno de ellos será muy breve. En 1975 Indonesia invade y anexiona el cercano Timor Oriental. Portugal protesta. Sin resultado. Su antigua colonia se convierte de facto en una provincia administrada desde Yakarta.

Octubre de 1975. La ONU se pronuncia a favor de la autodeterminación del Sáhara Occidental, colonia española. Con Franco agonizando, Marruecos lanza una marea humana, la “Marcha Verde”, para tomar el control del territorio. Seis días antes de la muerte del dictador, España firma los “acuerdos de Madrid”, por los que transfiere la administración, no la soberanía, a Mauritania y Marruecos. Con el paso de los años y la dejadez de nuestro país, enfrascado en su propia transición, Rabat pasa a controlar de facto la mayor parte del Sáhara Occidental.

La absolución de la libertad

1996. La causa timoresa reaparece a los ojos del mundo con la concesión del Premio Nobel de la Paz a dos de los impulsores de la independencia, José Manuel Ramos Horta y Carlos Felipe Ximenes Belo. La oportunidad llegará con la muerte de otro dictador, el general indonesio Suharto. En agosto de 1999 el referéndum de autodeterminación impulsado por la ONU en Timor Oriental concluye con la victoria del “sí”. Un mes después, las milicias proindonesias invaden y saquean el territorio. En septiembre llegan al fin las fuerzas de Naciones Unidas. Consumada la independencia, la antigua colonia portuguesa celebra sus primeras elecciones libres en el año 2002.

Por el contrario, en ese tiempo el nudo marroquí no se ha desatado en el Sáhara Occidental. En España, la causa polisaria dormita entre esporádicas declaraciones de simpatía, apenas impresa en la mala conciencia de la izquierda. La antigua colonia es hoy formalmente un territorio no autónomo bajo la supervisión de Naciones Unidas. Pero la dominación marroquí se consolida cada vez que se retrasa el referéndum de autodeterminación prometido por la ONU. Washington deja hacer a Rabat y no parece que, en tiempos de terrorismo islamista, le convenga demasiado un Estado inestable en el norte de África.

El largo purgatorio saharaui

Abandonadas por España, ignoradas por Estados Unidos, castigadas por Marruecos, las aspiraciones saharauis parecían condenadas a languidecer en el desierto. Hasta que sorteando el habitual recurso a la violencia encontraron una pacífica profetisa. Desde hace un mes Aminatu Haidar permanece en huelga de hambre en el aeropuerto de Lanzarote para denunciar, entre otras cosas, su deportación irregular. Gracias a ella, la causa justa de la eterna colonia y la denuncia de las violaciones marroquíes de los derechos humanos han regresado a la agenda internacional.

La activista, insiste, también protesta contra España. Con un argumento de peso: 35 años de omisión. Entre sus críticas, nuestro país le ha ofrecido un pasaporte y sobre todo un altavoz, al pedir ayuda directa, aunque sea con escaso éxito, a la burocrática Bruselas y al Washington multilateral. La próxima puerta es la ONU, la entidad que tutela el Sáhara Occidental, la misma que facilitó la independencia de Timor Oriental. Lamentablemente, nada indica que mañana al amanecer vaya a concluir el eterno purgatorio de nuestra antigua colonia. Por ese motivo, Aminatu acierta en el diagnóstico y se equivoca al refugiarse en el reloj. España es parte del problema, pero ya no tiene en sus manos la solución.

Epílogo

Preguntas a la Historia. ¿Culpables Marruecos y su gobierno? Sin duda. ¿Cómplice España? Por su silencio de décadas. ¿Cómplice el gobierno de Zapatero? Es pronto para decirlo.

Preguntas al ejecutivo español ¿Qué puede hacer ahora con Marruecos? Presionar y lograr que otros lo hagan. ¿Y con Aminatu? ¿Se la puede alimentar a la fuerza? Los jueces decidirán. ¿Debe solicitarlo? No por razones personales, si ella ha expresado con garantías de lucidez su deseo de morir. ¿Y por razones políticas, como la inconveniencia de su fallecimiento en España? Sí, porque su protesta, aunque justa, es política. Y sobre todo porque la vida de Haidar importa. Y no sólo a ella.

Preguntas a Aminatu. ¿Debe suspender la huelga de hambre? Sí, si se considera recompensada por haber impulsado las aspiraciones saharauis. Si la protesta se limita a su situación personal, que analice las posibilidades y decida. ¿Quién tiene mayor legitimidad para pedirle que abandone? Su entorno. ¿Debe hacerlo? Sin duda.

La tenacidad de Haidar ha ganado la primera batalla al silencio. Pero su obcecación puede conducirle a la derrota. Si la activista muere, desaparecerá el nuevo símbolo de la esperanza saharaui. Aunque regrese muerta a El Aaiún, se perderá la denuncia más audible y será más fácil seguir ignorando el problema del Sáhara. Ganará Marruecos.

La ultima pregunta. ¿Debe romper Madrid relaciones con Rabat? No a la carrera, no bajo presión, no sólo por este asunto. En 1998, muchos portugueses seguían negando su sonrisa a los indonesios por la invasión de Timor Oriental. Era un gesto testimonial, casi irrelevante, atenuado por los miles de kilómetros que separan sus países. Por el contrario, españoles y marroquíes somos vecinos. Desde hace un mes, nuestros gobiernos no se sonríen y quizá acaben retirándose el saludo. Pero aun así seguiremos viéndonos cada mañana en la escalera.

martes, 8 de diciembre de 2009

Twitter/piratasenlaRed

Sinde Reunida frikies. Niegan contactos con piratas. Gente joven. Normal.Alguna corbata. Ni parche ni loro.

Bibiana Su manifiesto titulares digitales. Piratas al ataque. Se han bajado mi flamenquito.

Chacón @Rubalcaba Con maquinita que dice PP seguro sabes dónde están.

Rubalcaba@Chacón Tengo suficiente con los malos- malos. No liarme.

Chacón Vamos a perseguirlos. Por tierra, mar y aire.

De la Vega Responsabilidad. Nuestra prioridad proteger vida creadores.

Sinde Frikies enfadados clausura webs. Censura dicen. Miedo a cerrar blogs. Libertad de opinión.

Blanco Cuidado no cerrar mi blog. Mano larga.

Corredor No cerrar, mejor dedicar a alquiler.

De la Vega Qué sabrán chavales censura. Recurrir a la justicia. Solución justa.

Caamaño Que si son menores o mayores, que si Tribunal Constitucional. Peligro, jueces puñeteros. No colapsar sistema.

Bibiana También menores??? Con o sin conocimiento o consentimiento de sus padres???.

Blanco No caer trampa detalles. Lo sabe Zp???

Sinde Frikies no temen gratis total. Pelis, música, fotos. Descargas ilegales. Fin industria contenidos.

Chaves Pues a mí siempre se me cuelga el ordenador

Trini Espero laven manos. Elevado riesgo de epidemia. Compro vacunas???

Salgado@Trini Prohibido comprar. Recesión continúa.

Sinde Frikies no gusta nuevo superportal de contenidos. Tampoco creadores.

Corredor Y qué poner?

De la Vega Que todos aporten. Es una orden.

Chacón Propongo vídeo toma Perejil. Triunfaremos YouTube.

Moratinos Negativo. Marroquíes mosqueados. Saharauis mosqueados. Somalíes mosqueados. Mauritanos mosqueados. Moratinos mosqueado.

Chaves Podemos colgar discursos. También nuestros.

Sebastián Quizá competencia desleal creadores.

Zp Comiendo con primer ministro extranjero. El futuro de Europa. @Sinde Reunión con frikies???

Sinde Mal. Ni frikies ni creadores ni ministros. Nadie me quiere. Viendo noticias. Compungida.

Bibiana No te pongas peliculera, reina mora.

Trini Envío antidepresivo. Bonita.

Zp Salgo retrete. Vuelvo mesa. Tío más pesado. Foto con mis hijas. Animo Sinde. Talante, talante y todo palante. Toma pastillas Trini. Solo dosis prospecto. @Gabilondo Piensa algo, busca consenso.

Gabilondo Problema profundo. Sociedad futuro, autopistas información, choque derechos… matices metafísicos. No fácil.

Blanco Ministro autopistas yo. Hoy imposible. Chaleco fluorescente tintorería.

De la Vega @Bibiana tu joven. Entra foros.

Salgado Muy enfadada. Polémica tapa ley.

Sebastián Las descargan crecen sin pagar. Muy sostenibles.

Bibiana@De la Vega Se cumple igualdad. Todos critican igual.

De la Vega No cachondeo. Muy serio. @Garmendia inventar barrera descargas??

Garmendia Investigadores navegando. Dicen no dinero laboratorio.

Chacón Sabemos donde están piratas. Creadores nos han dado lista. A por ellos. Oe.

Moratinos Mejor rescate. Multiplicar esfuerzos diplomáticos.

De la Vega No disparen votantes. Y los rehenes???

Espinosa Ayudas bancos, ayudas coches,,,,, ayudas también (agri)cultura.

Salgado No talante suficiente. Ruina.

Blanco Estirate. Pareces Solbes.

Corbacho Parados no molestan. Entretenidos musica, pelis, chat. No problema.

Sebastián Eres un lince, Celestino. Y no contaminan. Cintura piratas+pasta creadores. @Zp Tenemos solución.

Zp Gracias. Incluyo agenda europea. Echar culpa demás. @Sinde Tranquiliza todos. Y ojito con pastillas Trini. Gente cine radical. Debo una. ¿Qué tal vicepresidenta cuarta asuntos culturales y sociedad digital? Que no se entere Sebastián.

martes, 1 de diciembre de 2009

La cara de los malos

Los malos son necesarios. Socialmente necesarios. Cada mañana emergen de lodos cuajados de injusticia y violencia para facilitar la incómoda búsqueda de razones y simplificar la comprensión de lo inexplicable. Sabemos que están ahí y queremos verles la cara. Porque siempre da más miedo lo desconocido.

El jueves por la noche murió en un hospital de Tenerife una niña de tres años. Había ingresado días antes con aparentes signos de malos tratos. Un primer informe médico hablaba de golpes, quemaduras en la espalda, indicios de violación. El compañero sentimental de la madre de la pequeña fue detenido, interrogado y puesto a disposición judicial, en una secuencia que suscitó a lo largo del viernes la atención preferente de los medios de comunicación. El sábado, para sorpresa general, quedó en libertad sin cargos.

La pirámide deductiva se derrumbó por la base. Los informes forenses revelaron que la niña no había sufrido abusos ni torturas; sí un fuerte golpe al caerse de un columpio. Sin delito tampoco había, por tanto, delincuente. Pero en la psicología colectiva, la repetición y concatenación del binomio malos tratos-arrestado fue creando una realidad paralela: la sensación de culpabilidad, más o menos explícita según el rigor de cada informador o comentarista. Un veredicto erróneo reforzado por la existencia de imágenes del supuesto agresor custodiado por la policía. El malo existía porque incluso le habíamos visto la cara. A esas alturas, el "presunto", que significa jamón en portugués, se había convertido en una exquisitez propia de periodistas puntillosos.

Al final, como sabemos, la única ultrajada resultó precisamente la presunción de inocencia. La honestidad elemental obliga a disculparse, a enmendar, cada uno en su medida, la injusticia cometida y a revisar los protocolos de los grupos profesionales que fallaron. Pero también deberíamos preguntarnos sobre lo que el público espera de los medios de comunicación. En una sociedad acechada por decenas de cámaras vigilantes y entretenida por las impúdicas escenas robadas que inundan la Red, nada resulta más descorazonador que un suceso ilustrado con una fría fachada y el testimonio de un vecino que, en sabrosas declaraciones, repite que nunca apreció nada extraño. Sí, reconozcámoslo. Queremos ver al malo. Periodistas y espectadores. Todos.

Hace unas semanas, la llegada a la Audiencia Nacional de políticos del PSC y de CiU arrestados en relación con el penúltimo caso de corrupción reabrió el debate sobre la llamada "pena de telediario". Todavía trajeados, bajaron lentamente de los furgones sujetando ante las cámaras con sus manos esposadas sendas bolsas de basura en las que transportaban sus objetos personales. En ese tribunal hay unos portones diseñados para proteger la intimidad de los detenidos. Ese día no fueron utilizados. Tampoco se había adoptado ninguna precaución similar cuando, a comienzos de agosto, comparecieron ante el juez, igualmente esposados, los altos cargos del PP y del gobierno balear presuntamente relacionados con las irregularidades en la construcción del velódromo "Palma Arena".

¿Derecho a la intimidad y al honor frente al derecho a la información? Si se limita a los casos anteriores, la discusión resulta clasista porque sólo se plantea para los delitos de cuello blanco. Nadie apela a los derechos de presuntos chorizos, pederastas, narcotraficantes o asaltantes de chalets, aunque aparezcan semidesnudos, tumbados y encañonados en las imágenes que diariamente difunden las fuerzas de seguridad. Y nadie tiene mala conciencia debido a un reflejo justiciero: los capturados tampoco tuvieron en cuenta los derechos de sus víctimas. De modo que nos gusta ver a los malos y nos apetece especialmente si han sido derrotados por los buenos, a los que, por razones de seguridad que nadie discute, se les vela el rostro.

El desenlace satisfactorio de los sucesos cumple la función tranquilizadora de reducir nuestro desasosiego frente al aparente predominio de la impunidad. Además, gana peso -y seguimiento- en los informativos cuando, debido a la notoriedad del delito, los planos del sospechoso se completan con decenas de personas increpándole. En nuestro pensamiento simplista, el orden social ha sido restaurado y lo que venga después ya no nos interesa.

Queremos ver a los malos. Y queremos verles más cuanto peores nos los pintan. Siempre recordaremos la captura de Sadam Husein por esas imágenes en las que aparecía con aspecto piojoso y desastrado como si, anticipándose al futuro, ya estuviera caminando hacia la horca. ¿Alguien se planteó no emitirlas, alguien no quiso verlas? En ocasiones, la competencia entre periodistas ha puesto en riesgo operaciones policiales. Uno de los últimos golpes a la cúpula de ETA en Francia tuvo que precipitarse ante la llegada de cámaras de televisión de RTVE al portal del edificio donde se reunían los (presuntos) terroristas. Aún así, los que no disfrutamos de la exclusiva tuvimos la satisfacción de grabar despeinado y desencajado al jefe político de la banda, Thierry, supuesto inductor de tantos asesinatos. Otro malo a buen recaudo.

Las precauciones disminuyen a medida que aumenta el consenso social sobre las actividades de los arrestados. En noviembre de 2001, apenas dos meses después del sangriento 11-S, fueron detenidas once personas en Madrid como presuntas integrantes de una célula española de Al Qaeda. Interior facilitó imágenes de los todavía-presuntos-terroristas tras el arresto. Tres de ellos quedaron en libertad tras prestar declaración en la Audiencia Nacional. Pero su rostro, por negligencia policial o periodística, siguió ilustrando informaciones de distintos medios hasta que un abogado instó a deshacer el error. Para uno de ellos, Ahmad Raghad Mardini, la pesadilla reapareció años más tarde. En 2005 y, pese a sus advertencias, su cara seguía apareciendo en un vídeo sobre terrorismo islamista difundido por El Mundo y Telemadrid. Presentó una querella y la ganó. Sin embargo, el eco de su injusto linchamiento fue bastante limitado.

Antes de juicio, los detenidos pueden ser imputados y, como mucho, confesos. Incluso reincidentes si fueron condenados en ocasiones anteriores por el mismo delito. Si no fuera porque el trasfondo es trágico, podría plantearse que, esposados o no, todos entren a declarar con un sambenito donde se lea claramente "sólo soy un presunto". Para que sus derechos no sean devorados por una sociedad ávida de algunas informaciones. Porque seguirán en nuestras pantallas. Por interés informativo, esperemos que con mayor rigor, los detenidos mantendrán su cuota en las noticias. Los malos son necesarios. Socialmente necesarios. Y necesariamente sociales.