Tuitadictos

Imagen de Rajoy difundida en Twitter

Mariano. Hombre de Estado. Se estrenó en Twitter colgando una foto con Santiago Segura, pero desde que ganó las elecciones permanece reunido. Aunque responde a las preguntas de los periodistas de ciento en viento, de vez en cuando nos regala a través de la red social, a modo de migajas, una imagen de su apretada agenda. El lunes, con el Comité de Dirección del PP, quiso enviar un mensaje de austeridad. Tres botellines de agua para nueve personas. Ni un vaso por cabeza. Habrá que poner orden. El de la silla vacía, que quizá se levantó para hacer la foto, se había reservado un botellín enterito para él. Mientras, en la calle, muchos ciudadanos se preguntan por el reparto de los recortes.

El relevo se ventila en Twitter. La vida, también. Larry Sion es un humorista de Alicante que anunció una madrugada de la semana pasada que marchaba con su pareja al hospital para dar a luz. Antes de nacer, su hija ya tenía un perfil en la red social. Y los amigos de papá, a base de compartir nervios y chanzas, convirtieron #LarrySionPapiChulo en trending topic. Un regalo moderno, menos típico que la canastilla o los patucos.  

Evita Sion, antes de nacer

De tuit en tuit, y entre comentarios jocosos, nos fuimos enterando de que las contracciones todavía no eran demasiado frecuentes. A medida que la espera se prolongaba, el diálogo enloquecía. Los colegas del orgulloso padre le elogiaban por haber inventado una nueva modalidad de reporterismo de guerra, alguno le sugirió que instalara una cámara en el quirófano para retransmitir el parto. Cuando, después de horas, Evita vino al mundo, los tuiteros (y supongo que la madre) estaban agotados por el esfuerzo.   

El humor es viral, aunque sea de mal gusto. Unas noches antes, otro tuitero había propagado, fingiendo su congoja ante la desgracia, el bulo de la muerte de Aznar en accidente de tráfico. También encontró eco, para espanto de Spanair, el devastador ataque lanzado por otro humorista, Goyo Jiménez, contra la reputación de la línea aérea por un retraso no avisado que excedía lo comprensible. La etiqueta #Spanairdemierda acabó convirtiéndose en un concurso de monólogos en 140 caracteres, dedicado a todos los incumplimientos que en el mundo han sido.

Los invitados, en animada conversación

Aviso a los débiles de voluntad. Twitter es altamente adictivo. Y engancha, como pueden atestiguar la bloguera palestina Lina-al-Sharif y el periodista surafricano Mohammad Haddad. Comenzaron charlando en esta red sobre un ataque israelí, siguieron con las revoluciones árabes hasta que,  sorteando fronteras y bloqueos por los laberintos de Internet, surgió  el amor. En abril se comprometieron, todavía no se conocían en persona.  

El enlace tuvo lugar la semana pasada en Gaza y fue retransmitido al mundo por sus amigos, que crearon la etiqueta #Gazawedding para la ocasión. Todo al gusto de los contrayentes, que habían colgado una invitación virtual en Internet. Los asistentes, hay que destacarlo, estuvieron a la altura de las circunstancias, disfrutando y compartiendo la fiesta, aunque, más que del banquete, estuvieron pendientes de la batería de sus móviles. Mariano, tienes nuestra confianza, esperamos mucho de ti. ¿Nos mandarás tu #fotitoconlaMerkel?
  

#fotitoconlaMerkel


Epílogo (escrito el 8 de diciembre): Desde Marsella, adonde ha viajado como presidente in pectore, Rajoy ha ido colgando en Twitter varias imágenes para el álbum: con Timothy Geithner, con
Durao Barroso, con los dirigentes del Partido Popular Europeo y, por fin, la ansiada #fotitoconlaMerkel.  Mariano, con respeto, estás poniendo el listón muy alto. (Y no te acostumbres, creo que en unas semanas vas a andar algo más liado...)