miércoles, 20 de julio de 2011

Dimisión en diferido


Camps aplaude a su sucesor, Alberto Fabra (dcha.) (Foto PP)
 “Voluntariamente ofrezco mi sacrificio personal”. Con traje de mártir, entre los cuchicheos de sus consellers, Francisco Camps ha anunciado esta tarde que deja de ser presidente de la Generalitat Valenciana. Y aunque sigue considerándose “molt honorable”, también se mantendrá presente a su pesar en los titulares. En otoño, un jurado popular le juzgará por cohecho impropio. En concreto, por haber recibido presuntamente prendas de vestir con un valor total de 14.000 euros de la trama corrupta Gürtel, nacida y desarrollada alrededor del PP y de algunas de las administraciones que gobierna.

Camps dimite tarde. Después de afirmar durante dos años que había pagado esos trajes en metálico, después de no aportar facturas, después de que aparecieran registrados en la contabilidad de la trama corrupta, acabó admitiendo sus mentiras y alegando que los habría recibido como dirigente del partido. Dimite mal. Proclamando su inocencia y su derecho a defenderla en un juicio cuando otros dos imputados en el mismo caso, Rafael Betoret y Víctor Campos, han reconocido su culpabilidad para evitar la foto en el banquillo. Dimite casi en el último minuto, porque ha tenido la mala suerte de que el juicio contra él fuera a celebrarse en la antesala de las elecciones generales. Y dimite de penalty, tras las presiones, primero tibias, luego tardías, ayer evidentes, de la dirección del PP.

Mariano Rajoy, renuente a imponer decisiones traumáticas, no ha tenido otro remedio que prescindir de su hombre de confianza en la Comunidad Valenciana. Consumada la salida “voluntaria”,  no ha escatimado elogios en un comunicado en el que destacaba  “responsabilidad y ejemplaridad” del dimisionario. Pierde un apoyo, pero se libra de un comprometido lastre que le obligó a recluirse en el silencio ante las reiteradas preguntas de los periodistas. En realidad, la dirección del PP ha ido modificando sus argumentos. En febrero de 2009, Federico Trillo y Soraya Sáenz de Santamaría intentaron sin éxito recusar por enemistad manifiesta al juez Garzón, poco después de que destapara la trama corrupta. Medio año más tarde, al difundirse las comprometedoras conversaciones de Camps con “el Bigotes”, detuvieron las responsabilidades en el secretario autonómico del partido, Ricardo Costa. Y entre gestos de sufrida comprensión y dubitativa tolerancia hemos llegado hasta hoy, cuando han intentado cerrar la crisis con la designación de Alberto Fabra al frente del ejecutivo autonómico y del partido en la comunidad levantina.    

Con todas las críticas, con todos los matices, el cese en sus funciones de Camps, como el de cualquier político imputado - Rubalcaba no lo está en el caso  “Faisán”- es un acierto para su formación y sobre todo una buena noticia para la democracia. Los ciudadanos, sin embargo, no hemos podido verla en directo. Un funcionario público, en comparecencia pública de público interés, protegido por un estúpido veto partidista. Los profesionales de RTVE y de Las Provincias que cubrían el acto han denunciado que Prensa del Consell les ha impedido ofrecer la señal (como aquí se aprecia).
  
Ha sido el enésimo hito manipulador en la política informativa del gobierno de Camps, que puso a la Radio Televisión Valenciana a su servicio, que le hizo silenciar y tergiversar la investigación contra el president, que llevó a éste a designar como portavoz del gabinete a la anterior directora de la cadena autonómica, Lola Johnson, la misma que  afirmó el viernes que la imputación se trataba de una “cuestión de trámite”. Esta tarde, la historia de ficción estrenada por "Canal 9" ha girado hacia un desenlace real. Veremos si la autoproclamada inocencia de Camps que hemos escuchado hoy en diferido no se transforma en una sentencia condenatoria en directo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

ESPEREMOS QUE ESTO SEA UN EJEMPLO, PARA OTROS CORRUPTOS COMPROBADOS Y QUE SIGUEN AHÍ, PARA QUE EMPIECEN A DIMITIR Y EL SUELO DE LA POLITICA, SEA DEL SIGNO QUE SEA, SE VAYA LIMPIANDO Y ELEVANDO UN POCO.
DE TODAS MANERAS CREO QUE DEBIAN DE HABER EMPEZADO OTROS INDIVIDUOS (POR LLAMARLOS DE ALGUNA MANERA)CON DELITOS MAYORES Y QUE RAYAN CON LA TRAICION A LA "PATRIA", Y QUE VAYAN CONTINUANDO OTROS A LOS QUE SE LES VA VIENDO POCO A POCO LO CORRUPTO QUE Y TENIAN SUS GOBIERNOS REGIONALES.
QUE CUNDA EL EJEMPLO; PORQUE PIENSO QUE AUNQUE SEA CULPABLE CAMPS, EMPEZARAN PAGANDO JUSTOS POR PECADORES Y ESTOS ULTIMOS COMO SIEMPRE, SE SALDRAN DE ROSITAS.

Unknown dijo...

Hay que perseguir a todos los "pecadores"....La petición de responsabilidades debe ser extensible a todos los partidos e instituciones (caso ERE Andalucía, también habrá que ver qué pasa con el caso Faisán). Lo paradójico es que, en un caso aparentemente similar al de Camps, el de Matas en Baleares, el PP optó por la renovación con Bauzá y ganó las elecciones. Es decir, conocían la solución.

En su día, Borrell dimitió como candidato del PSOE por tener unos amigos inspectores corruptos. Es interesante porque el supuesto delito de Camps no es, por el valor de la recibido, de enorme gravedad cuantitativa.
Lo gravísimo es que indica hasta qué punto una red corrupta estaba metida en la Generalitat Valenciana. Como siempre, veremos. Gracias, un abrazo.