Chita ha muerto y yo me encuentro mal. El deceso del popular chimpancé, descubierto el 24 de diciembre, se conoció en España a primera hora del miércoles 28. Y aunque iba rebotando por diferentes medios digitales, la única liana fiable conducía a unas declaraciones de la responsable de un zoológico de Palm Harbor, Florida, a un periódico local. Según su versión, la mona había fallecido de una insuficiencia renal a la edad de 80 años. Curiosamente, también reconocía que un animal de esa especie rara vez supera los 45.
De ese medio, el Tampa Tribune, obtuvo también los datos la agencia Associated Press, que con su aval convirtió la duda en materia noticiosa. Mientras, las redes sociales avisaban con su silencio: no había conversación sobre el asunto en Twitter, ni siquiera en las zonas más cercanas a la última residencia de la eximia simia. El éxito viral llegó más tarde, cuando los obituarios, documentados, creativos y tirando a crédulos, competían en las webs de todo el mundo.
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La Chita muerta, la de Florida |