Jamás me
habéis visto mover el tupé negro carbón junto a una multitud en el FIB, ni explicar en un tutorial la receta de esas suculentas cupcakes
(antes conocidas como magdalenas), menos aún hacerme un selfie submarino entre sobornados peces de colores. Nunca recorrí ante vuestros ojos ignotos confines de lejanos continentes; mi mejor viaje fueron unos cuantos libros, alguno de ellos francamente
aburrido. Prefiero la música sin muchos decibelios, la lectura en voz baja, la
calle al gimnasio, los bares semivacíos y los vasos medio llenos.
He renunciado a retransmitir el amanecer desde un teléfono móvil. Podrían acusarme de
explotarlo en beneficio propio, reclamarme los derechos de autor, llevarme a
los tribunales, retransmitir la vista en directo, otra carita compungida en el
banquillo, "yo no sabía nada, lo hizo mi pareja", encerrarme en una celda con
cámaras de seguridad, clasificar en un archivo de vídeo cada noche de
cautiverio. Borrarme a escondidas para liberar espacio en el disco duro de esta
desconcertada Humanidad. Delete. Este usuario ha dejado de existir.