No lo váis a creer, pero ayer vi gente haciendo cola por un libro. Incluso gente joven, lo prometo. Es cierto que lo regalaban y el gratis-total, en España, nunca falla. Pero hubo un sorprendente llenazo en la Asociación de la Prensa ; será cosa del paro en el gremio. El “Libro negro del periodismo” trata del declive de las empresas informativas, del oficio y de los profesionales debido, entre otras muchas razones, a la competencia de Internet y de los nuevos soportes gratuitos. Por cierto, en la portada aparecen Belén Chiloeches y Alonso Trenado durante la última emisión de “Economía 21” , uno de los programas de CNN+. A la presentación acudieron además algunos compañeros de aquella tele, fue una especie de cálido funeral en familia.
El mundillo periodístico se divide entre pesimistas (“vamos al desastre”) y optimistas (“ya estamos en él”), entre indignados (“nos explotan”) y resignados (“pero tenemos trabajo”), entre apocalípticos (“se acabó”) y directamente desintegrados (“me buscaré otra cosa”). Stop. Hasta aquí. Lo peor del libro, los incontestables datos analizados por el autor, Bernardo Díaz Nosty. Lo mejor, la corrosiva acidez de El Roto y algo poco frecuente: autocrítica.